LA COMPLICADA INTELIGENCIA HUMANA
La incalculable riqueza mental de la anatomía humana ha producido grandes transformaciones en el planeta. Avanza a pasos agigantados para vivir más plácidamente por un lado, pero por otro lado también se aplica para producir muerte.
La complicada inteligencia humana debe compartir con la vida humana que es compleja y dinámica. En muchos momentos la inteligencia del hombre está al servicio de la locura, a pesar que se afirma que el hombre es la medida de todas las cosas. ¿Qué mueve tan disímiles conductas? ¿El miedo, la codicia, el poder? Como decía Platón, en el interior de cada hombre hay dos corceles, uno apunta hacia lo bueno y el otro hacia lo malo. Por allí aparece la soberbia, la venganza, la mentira, el odio, sentimientos encontrados, que producen la mortificante duda que construye y mata. Por todo lo analizado el derecho a la vida no es absoluto, ya que la empresa mayor de los humanos debe buscar la paz, como objetivo supremo.
Pero el ser humano es el más social de todos los animales, sigue trabajando por la guerra, el terrorismo. La violencia produce homicidios. La droga avanza en la enajenación de las mentes humanas. La tecnología está al servicio de la guerra; se estudia para destruir. La guerra es una invención de la mente humana. El derecho internacional no prohíbe todos los tipos de violencia y guerra. Se perfecciona la agresión utilizando la guerra biológica o bacteriológica, como una forma singular de combate; tratan de arruinar cosechas de trigo con hongos destructivos; envenenan ríos, océanos y aire; se talan los bosques que producen oxígeno.
Numerosos tratados internacionales apuntaron a moderar la conducta humana: la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos; la Convención sobre los Derechos del Niño; el Pacto de San José de Costa Rica; la Convención para la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial; y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes.
Pero nada cambia en esta carrera irracional hacia la muerte. El poder, el dinero, la droga, no cesan en sus ambiciones. El presupuesto de la guerra supera al de educación. ¡Qué complicada la inteligencia humana! ¿Qué debemos enseñarles a nuestros hijos? ¿Cuál debe ser el rol de cada hombre sobre la faz de la tierra?
Hace pocos días, la televisión informaba sobre la Bomba H de Corea del Norte, que hacía su prueba para meter miedo, para sostener su poder. No hay ley que impida este proceso destructivo. Somos simples espectadores de las decisiones de líderes de barro que mueven sus intereses para lograr sus resultados, sin importar las secuelas para toda la humanidad.
El amor se empequeñece a consecuencia de la presión de tanta violencia en todo el sentido de la palabra. Es necesario invertir en recursos que devuelvan la esperanza y la alegría de visualizar un futuro más generoso.
Que alguna vez impere el equilibrio para llevar la vida con alegría, con guitarras y pájaros, con libros y sueños, con un futuro próspero de manzanas y de mieles. Alguien debe tener la capacidad de frenar esta locura, que produce la complicada inteligencia humana.