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Periodismo de Salta – Libro 2010

Prólogo

Cuando Eduardo Ceballos toma su bolígrafo y se ubica frente al blanco papel, en esa habitación donde comparte largos diálogos con sus amigos «los libros»; inicia un viaje hacia una época que quedó grabada en su mente y en su corazón.

Fue partícipe activo de un alto momento del periodismo de Salta, desde una modesta tarea, pero en un tiempo histórico fundacional.

Desde su lugar de trabajo, conoció las raíces de un pasado, que contribuyó a la difusión de problemas y temas de interés provincial y que sirvieron como medio para descubrir su identidad en un mundo contradictorio.

Desde aquellos tiempos cuando las noticias no salían de su escenario habitual o sólo atravesaban nuestras fronteras, tardábamos meses o años en enterarnos de hechos ocurridos en otras ciudades o países; hasta estos tiempos cuando accedemos a mucha información en forma casi inmediata, gracias al gran avance de la tecnología y podemos observar lo ocurrido en distintas partes del mundo, uniendo geografías.

Eduardo Ceballos era muy joven cuando ingresó al mundo periodístico. El director de Radio Nacional, el poeta Raúl Aráoz Anzoátegui le abrió las puertas de esa emisora, en 1964, para que se inicie con un programa, que versaba sobre temas históricos. Venía de una formación humanística importante lograda en el Seminario Conciliar de Salta y en el Bachillerato Humanista, que le había enseñado el amor por la lectura y lo hizo un ávido buscador de información y conocimientos. Luego de ganar el concurso radial «Vístase gratis» que conducía Marino Fernández Molina, lo invitan a trabajar como corrector de pruebas de diario El Tribuno, que por ese entonces estaba en la calle Dean Funes Nº 92 y avanza en su saber sobre el periodismo y sobre los hombres que lo hacían, puesto que allí compartió jornadas de suma importancia con los grandes protagonistas del periodismo de Salta. Luego, emigra de Salta buscando mejores destinos en un camino de alto aprendizaje, se desempeña en radios de Buenos Aires y en algunos medios escritos. Vuelve a Salta, en el momento justo, en que el diario El Intransigente, organizaba su salida con Miguel Ángel Martínez Saravia a la cabeza, que tenía grandes pretensiones.

Allí comparte el trabajo con reconocidos personajes del periodismo de Salta, que se recuerdan en estas páginas como un justo homenaje, quienes marcaron el camino a seguir por los jóvenes de otros tiempos.

El dolor de lo que acontecía en la patria, le fue cambiando los destinos y se hizo un caminante de necesidades, sin olvidar sus pasiones, el periodismo y las letras. Regresa a Salta, su tierra, donde edita la revista-libro «De la mano con el arte», en el año 1985, que contaba con la colaboración de distinguidos personajes de la vida cultural salteña y de todo el Noroeste Argentino, donde tiene apreciados amigos. Después salen las revistas-libros «Logos», que este incansable trabajador logra plasmar en el papel. Su sueño de transmitir información y reflejar el tiempo que le toca habitar por la vida, se percibe en todas sus tareas, en la radio y en la televisión. Anda por los escenarios pregonando cultura y contando de su provincia, hasta que se le ocurre crear la revista coleccionable «La Gauchita» de gran aceptación en la sociedad de Salta, valorada en hogares, escuelas, colegios, bibliotecas, medios de difusión y público en general. Diez años abriendo sus puertas al interior de la provincia, reflejando en sus páginas el acontecer de los pueblos y su gente. Realizó cien ediciones que trascendieron las fronteras, siendo solicitadas desde los países de América, algunos de Oceanía y de Australia, muchos de Europa, hasta Asia y África. Justamente en ese continente realizaba canje de anuncios publicitarios con una publicación oficial del gobierno de Guinea Ecuatorial, único país hispano-parlante de esa región del mundo, hecho sin precedente para nuestra cultura.. Desde allá se valoraba el esfuerzo de un hijo de Salta.

Distintas emisoras contaron con la voz inconfundible de Eduardo Ceballos, como Radio Nacional Salta, con su recordado programa «Tiempo cancionero»; Radio Salta; FM Cerebro; FM 100; FM Santa Teresita; FM Provincia; como así también emisoras de Mendoza y de Buenos Aires.

En el ámbito televisivo debutó en Sonovisión; en Canal 11 de Salta, compartiendo programas con el recordado Eduardo «Tuna» Esper; con el respetado Ángel Longarte; reemplazando a su amigo Luis Plaza, o aportando en «Reflexiones», programa que se emitía bajo la responsabilidad del amigo Roberto Casas; y por último participando en el programa «Historias y Leyendas» de Matías Qüerio y Fabio Pérez Paz.

Como gran conocedor de la actividad periodística de Salta, quiere rendir homenaje a quienes brindaron su trabajo para enaltecer nuestra provincia y nombrar a los jóvenes, que tienen la difícil tarea de difundir

toda la memoria, para que llegue al conocimiento de futuras generaciones.

Esta inquietud de investigar, estudiar, estar bien informado, fue siempre una constante en Eduardo Ceballos, por ello me conmuevo de ser yo quien prologue este libro que nació como una conferencia.

No dudo que su lectura será de gran valor para quienes quieran conocer o estudiar la rica historia del periodismo salteño.

Susana Rozar.